Fuente: Oñate, A y Piñuel, I: Acoso y violencia escolar en España: Informe CISNEROS X – IEDDI – Madrid 2007.
La herida invisible del Acoso Escolar: el TEPT

La existencia de conductas de maltrato repetitivas y sistemáticas debe ser monitorizada con independencia de los daños psicológicos que éstas generan, y desde luego, sin tener que esperar a su aparición.
Un niño es víctima de acoso escolar desde el momento en que padece un número de conductas repetitivas de hostigamiento que reporta como muy frecuentes o sistemáticas y que le exponen a un riesgo cierto de generar secuelas psicológicas.
Por ello debe insistirse a los evaluadores y orientadores que instruyen los casos de acoso que no debe formar parte del criterio diagnóstico del cuadro de acoso y violencia escolar la situación clínica de un niño acosado.